He estado unos días afuera de la Provincia, y quisiera volver a publicar en mi blog de Kusca. Normalmente trato de hacer aportes técnicos o contarles experiencias que me parecen útiles, pero hoy se me ha ocurrido hacer algunos comentarios sobre la compleja actualidad argentina.
Ayer escuchaba a los Ministros Dujovne y Caputo, enunciar el paquete de medidas destinado a detener la corrida cambiaria –hablar de volatilidad del dólar, me parece casi una burla- que ha sucedido a pesar de los millones de dólares arrojados a la voracidad del Mercado. No es mi propósito analizar estas medidas, pero me resulta claro que el panorama financiero y económico para el Emprendedurismo, es preocupante.
He vivido en Argentina lo suficiente como para saber que estos paquetes no son parte de un plan económico serio, son manotazos, no diría de ahogado, pero sí de alguien a la que el agua le llega a la boca. Son medidas de corto plazo (me acuerdo del mega canje del 2001), que no van a solucionar la difícil situación económica argentina.
Sin ponerme en agorero, porque vivo en el país, y no quiero una nueva crisis como las que he vivido en otras épocas, es obvio que hay cosas que van a pasar: los 30.000 millones de pesos que se sacan de la obra pública, van a provocar graves problemas en el mundo de la construcción, y mayor desocupación, porque esa obra, que financió o ejecutó la Nación, fue fundamental para que mejorara el índice de ocupación. Las PYMES, ya golpeadas, pierden la posibilidad de usar el crédito bancario por el alto costo del dinero. El mismo Dujovne reconoció que las medidas son recesivas. La deuda pública seguirá creciendo sin aportar nada al conjunto de la sociedad argentina. Todo esto se agrega sobre la ya difícil situación creada por el desmesurado aumento de las tarifas de la energía y la incontenible inflación, que va a ser de más del 20%
En conclusión, estamos viviendo una situación grave, que espero que no se intensifique.
Anteayer escuchaba a Fantino en Animales sueltos dando como novedad de nueva tecnología energética el uso de calefones solares y placas voltaicas, para aprovechar la energía solar para producir agua caliente y electricidad, en el marco de reducir el costo de la energía convencional, que hoy pone en delicada situación tanto a los particulares como a las empresas (de hecho muchas están cerrando por esto). Esta tecnología es muy vieja, de hecho conozco edificios enteros que tienen baterías de calefones solares desde hace bastante. Me sentí asombrado de que un comunicador manifestara tal ignorancia –me cuesta creer que sea por simple ingenuidad- en hacernos conocer las reales posibilidades que tenemos para resolver esta grave situación energética. Es más, se ha acuñado la denominación “pobreza energética” para describir al que tiene que dejar de gastar en otras cosas que necesita o quiere, para poder pagar los servicios.
Es difícil encontrar elementos que favorezcan al Emprendedurismo. Es cierto que ha habido algunas mejoras en marcos legales, y que los Ministerios de Ciencia y Técnica y de Producción han seguido con sus estrategias de promoción emprendedora, pero el contexto nacional tiene tal peso que no pueden compensar.
Sin embargo, en las crisis (como la del 2001, que mencioné) ha habido gente que ha encontrado oportunidades de negocio y comenzado emprendimientos exitosos y perdurables en el tiempo. Pensar que no se puede hacer nada hasta que mejore la situación es el pensamiento menos emprendedor posible. Hay que buscar en la realidad lo que la gente está necesitando, hay que informarse de los avances y descubrimientos, pero también hay que consultar a gente que sea seria y que conozca lo que pasa hoy en Ciencia y Técnica (está visto que los medios de comunicación no son confiables). Las Universidades son buenos lugares para esto que les digo; de hecho: Energe, la empresa que desarrolla productos que aprovechan la energía solar, y que ha tenido un crecimiento espectacular, se desarrolló en el ámbito de la UNCuyo, en gran parte en la época que estuve a cargo del Área de Vinculación.
Hoy, mi comentario final es: a pesar de todo, hay posibilidades de desarrollar emprendimientos exitosos. Claro, será más difícil, pero desarrollar una empresa nunca fue sencillo, por una razón u otra. Por eso mismo, también sigo perseverando en mi propuesta de Kusca, porque sigo creyendo que vale la pena apoyar a aquellos que quieran desarrollar un emprendimiento que les permita vivir por sí mismos y no depender de otro, que quieran crear su espacio de vida, que se arriesgan a perder mucho para ganar, no solo dinero, sino también un mundo de trabajo propio.
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